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¿Puede una colonia de verano ayudarte a no sobreproteger a tus hijos?

Jueves, 23 Mayo 2019
El hecho de permitir que los niños estén fuera del entorno familiar, en un ambiente controlado, seguro, con actividades educativas y en contacto con la naturaleza, es una de las mejores maneras de evitado que los jóvenes se sientan sobreprotegidos.
¿Prohíbes a tu hijo que vaya a una acampada o excursión? ¿Evitas que haga tareas del hogar, que ordene su habitación, que se vista solo o directamente le haces los deberes? ¿Impides el contacto físico ya veces incluso que le hablen? Si has respondido que Sí, a alguna de estas preguntas, es posible que estés siendo víctima de la sobreprotección, y tus hijos también. ¿Sabes en que afecta esto a tu hijo?

¿Qué es entonces la sobreprotección?


Recibe muchos nombres: Sobreprotección, niños burbuja, padres helicóptero, padres guardaespaldas, padres agenda, hiperpaternitat, etc.
En definitiva consiste en proteger demasiado a los niños o adolescentes; al no retirar gradualmente la protección que se les da en las etapas tempranas del desarrollo, y tener miedo a que a pesar de todos puedan hacerle daño.

En las primeras etapas de vida, todo ser humano está desprotegido y es sumamente vulnerable, es un momento en el que se es absolutamente dependiente de los padres para todo. Conforme el niño va creciendo, y puede empezar a hacer cosas por sí mismo, es frecuente que por miedo o desconocimiento los propios padres impidan que el niño haga las cosas por sí mismo, con la intención de protegerlo o hacerle la vida más fácil, pero que acaba teniendo el efecto contrario.

¿Es frecuente la sobreprotección?

Es demasiado frecuente, es sorprendente el porcentage de padres y madres que hacen la vista atrás y admiten o sospechan que han sobreprotegido a sus hijos durante su infancia y su adolescencia, o al menos una parte de ella. E s trata de un problema que crece a gran velocidad por una gran variedad de causas, entre ellas el cambio en la edad de las familias, la incorporación de las mujeres a la vida laboral, el cambio de un ámbito de vida rural en un ámbito urbano, etc.

Donde antes era frecuente que los niños pudieran salir a jugar, a comprar el pan, unas golosinas; cada vez son menos los niños que pueden salir por ejemplo a jugar, o ir a casa de un amigo / a sin una supervisión paterna constante una vez que han llegado a cierta edad. Incluso se está convirtiendo en algo normal encontrar niños que sólo están sin sus padres fuera de casa durante las horas que están en la escuela.

Más allá de que se les permita salir fuera de casa, que en muchas ocasiones puede ser incluso justificado por los cambios en los hábitos de vida de la sociedad actual, la sobreprotección emocional es incluso más frecuente en aspectos como estos:
  • Impedir que se valgan por sí mismos, que se vistan, se bañen, coman.
  • No tener confianza en que puedan resolver sus problemas por sí mismos.
  • No darles responsabilidades.
  • Justificar y disculpar sus errores, ya veces, que lo asuman los padres.
  • Hacerles los deberes sin que pida ayuda.
  • Evitar que cometan el más mínimo error.
  • Intentar evitar cosas que ellos consideraban desagradables de pequeños.
  • No permitir que interactúen con otras personas.
  • No dejar que se frustren o disgusten por nada.
  • Supervisión incansable de todos los aspectos de la vida de los hijos.

Los síntomas son variados, pero en definitiva todos ellos son una manifestación de una protección excesiva por los padres y madres que se comportan como si los niños fueran de vidrio desde pequeños, incluso en la vida adulta, en la que afecta también cada vez más.
Escenas como que en segundo o tercer grado de carrera los chicos sean acompañados por familiares para entregar matrículas universitarias, o que aparezcan padres a las entrevistas de trabajo acompañando a sus hijos, es cada vez más frecuente, y en la mayoría de ocasiones es una limitación para que se valgan por sí mismos, aun siendo jóvenes adultos.

¿Por qué es tan peligrosa la sobreprotección hacia los hijos?

El peligro escondido detrás de la sobreprotección es que el niño crezca sintiéndose una persona que "no es válida" porque se lo ha criado como tal, sin confianza en sí mismo, con una dependencia respecto a sus padres, que no sabe tolerar frustraciones ni fracasos porque pocas veces los ha experimentado, y que se estrellará contra el mundo en el momento que explote la burbuja en la que se encuentra.

Son frecuentes también los problemas de socialización, que los niños y adolescentes sean tímidos, estén inadaptados socialmente, y que incluso tengan miedo a establecer relaciones o dirigirse a otras personas para sencillamente hablar porque nunca lo han hecho sin sus padres de escudo .

En un escenario laboral o de estudios, los jóvenes que han sido hiperprotegidos muestran incapacidad para trabajar en equipo, para adquirir y cumplir responsabilidades porque nunca las han tenido, tienen menos capacidades y habilidades de improvisación porque nunca han permitido su desarrollo y muestran carencias de autocontrol de sus emociones.

En definitiva se trata de personas con un desarrollo físico e intelectual incompleto, porque no han tenido la posibilidad de desarrollar sus propias habilidades ya que han sido demasiado protegidos.

Como evitar la sobreprotección

Para evitar la sobreprotección la única receta es que los padres sean conscientes de que no hacen ningún favor a sus hijos protegiéndolos más de la cuenta, y que todo el afecto y la buena intención causará el efecto contrario, por los trastornos que puedan ocasionar en la vida futura de sus hijos.

Dotar a la vida de los niños y jóvenes de responsabilidades en su justa medida, permitiéndoles que "luchen sus propias batallas", y se enfrenten a la vida de una manera gradual, se consigue que no se produzca el temido choque contra el mundo cuando salen del vínculo familiar.

Los pilares en los que se basan las filosofías educativas como el Método Montessori son de vital importancia para el correcto desarrollo intelectual y emocional de los niños: Permitir que crezcan en un entorno libre pero controlado, con amor y comprensión para poder desarrollar sus propias capacidades y así alcanzar su máximo potencial.

Como se recoge en este método educativo, es de suma importancia permitir que los jóvenes estén en un entorno seguro y controlado fuera de casa, en contacto con la naturaleza, como excursiones, campamentos y colonias de verano.

¿En qué ayudan las colonias de verano evitar la sobreprotección?

El hecho de permitir que los niños estén fuera del entorno familiar, en un ambiente controlado, seguro, con actividades educativas y en contacto con la naturaleza, es una de las mejores maneras de evitado que los jóvenes se sientan sobreprotegidos.

En este ambiente, no contarán con sus padres para "protegerlos" de todo y de todos, deberán socializarse con los demás, adquirir responsabilidades, trabajar en equipo, y en definitiva ser independientes y responsables de sí mismos en un entorno de seguridad preparado cuidadosamente para ellos.

Conclusión

La sobreprotección es un problema real que se está expandiendo en la sociedad, afectando cada vez a más familias, debido a un cambio de modelo social ya una T endencias proteger más de la cuenta a los niños, que les puede producir trastornos emocionales a niveles muy profundos y incapacitarles en muchos aspectos de su vida adulta.

Es importante reconocer los puntos más importantes en los que se puede manifestar, para que los padres sean conscientes de los daños que pueden producir a sus hijos con la mejor intención y todo el amor del mundo, para saber así como evitarlo.
  • Evitar que tenga contacto con otras personas
  • Privar al niño de responsabilidades
  • Intentar que no cometa ningún error
  • No permitir que aprenda de sus errores
  • No dejar que los niños se valgan por sí mismos
  • No tener confianza en los hijos
  • Reflejar en ellos sus propias frustraciones
¿Conocías los riesgos de la sobreprotección? ¿Crees que has sobreprotegido a tus hijos?