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Poco a poco nos vamos acercando al verano y llega ese momento en que muchos padres y madres se preguntan: ¿qué harán los niños este verano mientras nosotros trabajamos? La respuesta muchas veces es compleja y lleva muchos dolores de cabeza familiares: ¿se quedarán con los abuelos? ¿Los apuntaremos a un casal? ¿Y si dan clases de refuerzo o de inglés?

Ahora bien, no siempre la decisión es tan complicada, en muchas ocasiones la respuesta es muy fácil y rápida: los niños volverán a ir a las colonias que tan les gustaron el año pasado. Es más, hay ocasiones en que son los propios niños y niñas los que, cuando ven que se acerca el verano piden volver de colonias, sin que los padres hayan preguntado. ¿Cuáles son los motivos por los que niños y niñas tienen tantas ganas de volver de colonias? ¿Qué las hace tan especiales?

Los campamentos de verano son días muy intensos donde los niños y niñas viven nuevas experiencias que en el día a día normalmente no tienen oportunidad de vivir: aprender nuevas habilidades, nuevas maneras de vivir, nuevas amistades ... Las colonias de verano es el momento perfecto donde los más pequeños aprenden a ser grandes, aprenden a tener responsabilidades, a cuidar de sí mismos y ser independientes. Ahora bien, ¿cuáles son las principales razones por las que los niños y niñas les gusta tanto volver a las colonias de verano? A continuación os explicamos unas cuantas:

1. Crean nuevos lazos de amistad.
El primer día de campamentos siempre es un momento muy incierto: los niños está en un lugar desconocido y no conocen a nadie. Ahora bien, el último día de colonias las sensaciones son completamente opuestas: el lugar donde han sido durante unos días es como si fuera su casa y las personas con las que han sido esa semana ya son parte de la familia.

Durante las colonias de verano los niños y niñas crean vínculos muy estrechos de amistad con otros niños y niñas de todo el territorio. La amistad puede hacerse tan intensa y fuerte que incluso durante la época escolar hacen quedadas, hablan por las redes sociales o quedan a distancia para jugar a videojuegos. Gracias a las nuevas tecnologías las amistades que se forman en las colonias de verano no caducan al cabo de una semana sino que perduran a lo largo del año, y por tanto, las ganas de volver a ver aquellos amigos de verano se hacen cada vez más intensas.

2. Adiós rutina escolar.
A lo largo del curso, aunque intentamos hacer cosas diferentes con los hijos e hijas, hay una rutina establecida que semana tras semana se va cumpliendo: nos despertamos, desayunamos y nos vestimos, vamos a la escuela, volvemos de la escuela, hacemos deberes y actividades extraescolares, nos duchamos, cenamos y dormimos. Esta rutina cuando llega el verano se rompe por completo. Los niños y niñas quieren hacer cosas diferentes, quieren jugar, estar con los amigos, ir a la piscina, conseguir nuevos retos... Con las colonias de verano este deseo de romper con la monotonía del día a día se cumple.

3. Unos días sin padres.
Y ¿qué serían las colonias sin la magia de saber que estarás unos días sin los padres? Para los niños y niñas ir de colonias es sinónimo de independencia y autonomía. Mientras están de colonias los padres no están y ellos de alguna manera se sienten liberados de saber que durante unos días ni papá ni mamá podrán regañar ni estar encima de ellos. En este enlace encontrará más información sobre la importancia de no sobreproteger a los hijos.

4. Los monitores ¡son la caña!
Uno de los mejores aspectos de ir de campamentos, aparte de hacer nuevos amigos, son los monitores. Las colonias de verano están dirigidas por hombres y mujeres jóvenes muy profesionales en la materia que tienen una gran facilidad para relacionarse con los niños y niñas. Todos los monitores de colonias caen bien, son guays y divertidos, son los ídolos de los niños. Y es que los monitores, gracias a su lenguaje cercano y todas las actividades que organizan, logran ponerse en el bolsillo a todos los niños y niñas. La estima que tiene los niños hacia los monitores es tan grande que año tras año quieren repetir las mismas colonias para poder reencontrarse con los mismos monitores.

5. Colonias temáticas.
La mayoría de las veces, las colonias de verano sirven para que los niños aprendan cosas nuevas sobre lo que más les interesa: fútbol, danza, música, teatro, deportes de aventura, balonmano ... Durante el año, normalmente los niños y niñas no tienen tiempo de dedicar muchas horas a su pasión. Gracias a las colonias temáticas niños podrá disfrutar casi las 24 horas de lo que más les gusta y además, conocerán gente que comparte las mismas aficiones.

¡Les encantan los campamentos de verano!

Sean colonias artísticas, deportivas, educativas... los niños y niñas se lo pasan de maravilla a las colonias de verano, de hecho, la experiencia es tan buena que muchos de ellos quieren repetir el año siguiente.

Recuerda que en Eix Estels encontrarás una gran oferta de campamentos de verano de todo tipo que seguro que enamorarán a los pequeños de la casa. Así pues, ¿a qué esperas para repetir la experiencia de las colonias?