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Cómo proteger a toda la familia de las quemaduras solares

Sábado, 08 Junio 2019
El verano ya está aquí, largas jornadas de luz diurna, calor, paseos al aire libre, vacaciones, excursiones, playa, piscina ... y sobre todo solo, mucho sol. ¿Tomas suficientes precauciones para proteger a tu familia de las consecuencias negativas de los rayos solares?
El verano ya está aquí, largas jornadas de luz diurna, calor, paseos al aire libre, vacaciones, excursiones, playa, piscina ... y sobre todo solo, mucho sol. Aunque siempre nos han advertido que para ir a la playa o en la piscina hay que protegerse adecuadamente del sol, hace poco llegaba una inquietante noticia de la que se hicieron eco gran cantidad de medios de comunicación: El 10% de los cánceres de piel se producen en los párpados por malos hábitos de protección solar adquiridos desde la infancia .

¿Tomas suficientes precauciones para proteger a tu familia de las consecuencias negativas de los rayos solares? Quédate con nosotros y te lo contamos.

El cáncer de piel

¿Sabías que la piel es el órgano más grande del cuerpo? Nos protege contra lesiones, infecciones, radiaciones nocivas, y por si fuera poco controla la temperatura corporal y nos dota del sentido del tacto.

Tomar precauciones insuficientes contra los rayos solares aumenta de forma exponencial el riesgo de padecer cáncer de piel, especialmente si se tiene la piel clara, con tendencia a quemarse por los rayos solares ya formar pecas.

Hay zonas del cuerpo que son más sensibles a las radiaciones solares peligrosas, y que muchas veces se descuidan cuando los rayos del sol del verano inciden con más fuerza, especialmente los párpados o las orejas.

Protegerse del sol desde pequeños

Adquirir buenos hábitos es mucho más sencillo si se hace desde pequeños , y al igual que con otras cosas como llevar una buena alimentación o evitar la vida sedentaria , protegerse del sol también se debe aprender desde pequeños. Vemos a continuación las mejores recomendaciones para protegerse del sol en verano, y escapar no sólo de los daños por la radiación solar sino también otras consecuencias no deseadas como lipotimias o golpes de calor.

Protegerse y refugiarse durante las horas de más calor

Aunque no siempre es posible, se debe tratar de evitar la exposición al sol durante las horas más cálidas del día.
En verano a partir de las 10:00 de la mañana se empiezan a dar las temperaturas más elevadas del día y hasta las 18:00 de la tarde aproximadamente, lo que quiere decir que hay que mirar de escoger horas fuera de esta franja horaria en la medida de lo posible para los desplazamientos y la actividad física.
En el caso de tener que salir durante las horas más cálidas del día es importante intentar buscar zonas con más sombra, utilizar gorras o sombrillas si es posible, estar siempre bien hidratados y llevar ropa fresca que absorba el sudor.

Una buena hidratación

Como veíamos en el punto anterior, para combatir el calor es necesario estar hidratado adecuadamente, y no sólo durante las horas más calurosas del día. La recomendación general es beber al menos dos litros de agua al día, y en el caso de los niños de entre 1 y 10 años, un litro y medio.

Aunque pueda parecer difícil de llegar a esa cantidad, se debe tener en cuenta que el cuerpo de un adulto haciendo un nivel de actividad media, pierde casi tres litros de agua al día, y aunque los alimentos ingeridos compensen parte de esta pérdida, beber suficiente agua es necesario para mantener unos niveles de hidratación adecuados.

No sólo eso, sino que algunas bebidas contribuyen a la deshidratación ya tener más sed , como el alcohol, el café y los refrescos azucarados. La alternativa más sana y económica es siempre el agua. Es importante también tener en cuenta que una hidratación insuficiente afecta a la piel, y una piel reseca o en mal estado será mucho más propensa a quemarse por las radiaciones solares.

Proteger del sol las zonas sensibles

Hay zonas de la piel más sensibles a la radiación solar que otros, y en muchas ocasiones son las que menos protección reciben y se queman antes cuando el sol aprieta. Cuando una zona de la piel se expone a la luz solar y siempre que no existan problemas que eviten su formación como el albinismo, la piel comienza a producir melanina , un pigmento producido por el estrato basal de la epidermis, que es la responsable de dar el tono moreno a la piel, ya que es de color marrón oscuro.

Es por ello que se debe tener más cuidado con las zonas que habitualmente no se exponen al sol y tienen menos cantidad de melanina, como los pies, los brazos, el torso o los muslos. No sólo eso, sino que además hay zonas del cuerpo que cuentan con una piel más delicada y requieren protección adicional como la cara y en especial las orejas, los párpados o la cabeza. El uso de gorras o sombreros así como de gafas de sol, además del protector solar, es muy importante para evitar daños en estas zonas que además de poder sufrir molestas quemaduras, pueden desencadenar con más facilidad el temido cáncer de piel.

Es importante también no olvidarse del cuerpo cabelludo, las personas que tengan áreas de la cabeza descubiertas o que simplemente lleven un peinado con raya son ya propensas a sufrir quemaduras en la delicada piel de estas zonas, por ello se debe utilizar protección solar también en estas zonas de pelo, o cubrir bien estas zonas.

Uso adecuado del protector solar

Debido a la desinformación producida en muchos casos por las propias empresas fabricantes y la publicidad, muchas personas desconocen el significado real de la numeración con la que se gradúan los protectores solares. La crema solar no funciona igual para todos los tipos de piel ni en todas las zonas del cuerpo, debiendo tener especial cuidado las personas de piel clara, con defectos en la generación de melanina y los niños y niñas.

El factor de protección solar de una crema no indica el grado de protección del producto, sino el tiempo durante el cual protege la piel de quemaduras. Si por ejemplo una persona que tardara 10 minutos en quemarse al sol de forma natural y está utilizando una crema de factor 15, estaría protegida durante 10x15 minutos, es decir por un total de 150 minutos.

El factor de protección solar indica el tiempo máximo durante el cual el producto protegerá la piel del sol, pero es importante tener en cuenta que hay factores externos que reducen este tiempo, como el roce con piezas textiles o la arena, los baños en agua de mar o piscina o el sudor.

Elegir un protector solar que se aplique de forma sencilla, cubra la piel de forma uniforme, se absorba rápidamente y sea resistente al agua, el sudor o en la arena, así como el hecho de que sea el indicado para cada zona del cuerpo es de especial importancia para protegerse de las radiaciones nocivas del sol adecuadamente.

En resumen

El sol es imprescindible para la vida y el verano es sin duda la mejor época del año para disfrutar, pero para evitar que toda la familia y especialmente los más pequeños sufran consecuencias no deseadas de las radiaciones solares es importante seguir estos sencillos consejos:
  • Protegerse y refugiarse del sol en las horas más calurosas del día
  • Hidratarse adecuadamente
  • Proteger las zonas de la piel más sensibles del sol
  • Utilizar adecuadamente el protector solar